Abengoa es una compañía internacional sevillana especializada
en los sectores de la energía y el medioambiente, que desarrolla principalmente
actividades de ingeniería y construcción destinadas a la producción de energías
renovables y biocombustibles, la desalinización y el reciclaje. Fue fundada en
Sevilla el 4 de enero de 1941 por los ingenieros Javier Benjumea Puigcerver y
José Manuel Abaurre Fernández-Pasalagua, con un capital social de 1082 €. La
empresa comenzó a dedicarse a la elaboración de proyectos, estudios técnicos y
montajes eléctricos; entre 1941 y 1950 comenzó su extensión al resto de
Andalucía, y a partir de los años cincuenta continúa su expansión por el resto
de España, iniciando en los años sesenta su internacionalización. Abengoa es
hoy en día un conglomerado formado por ni más ni menos que 603 sociedades
dependientes, 20 sociedades asociadas y 26 negocios conjuntos, según la documentación
que la propia empresa remite a la Comisión Nacional del Mercado de Valores
(CNMV). A pesar de no ser muy conocida en los hogares españoles al no estar
ligada al consumo, el grupo acumula una historia de 70 años en Andalucía ligado
a la familia Benjumea, que controlaba un 57% del capital.
La misión de Abengoa es aplicar soluciones innovadoras para
el desarrollo sostenible en los sectores de energía y medioambiente, aportando
valor a largo plazo a sus accionistas desde una gestión caracterizada por el
fomento del espíritu emprendedor, y la responsabilidad social. Aunque su
negocio histórico siempre ha sido el de la ingeniería y la construcción de
proyectos en los sectores energético y del agua, un área que hoy le sigue
reportando un 70% de sus ingresos, hoy en día está abierto a más negocios. En
concreto, su segunda gran pata de negocio pasa por la producción industrial,
centrada en biocombustibles y el desarrollo tecnológico. Por último, tiene una
parte de su cuenta de resultados vinculada al negocio concesional en
infraestructuras de agua, solar, cogeneración y líneas de transmisión
eléctrica.
Abengoa inició su expansión en el negocio de las energías
renovables en España, al calor de las jugosas subvenciones a estas energías que
aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El grupo construyó varias
centrales termosolares en Andalucía, donde mantiene su sede social, y adquirió
el nivel tecnológico necesario para lanzarse a la conquista del extranjero. Hoy
en día, el 77% de sus ingresos proceden del negocio internacional.
Pero el crecimiento empresarial, y más en un sector ligado a
las concesiones, implicó también un fuerte aumento de su volumen de deuda.
Entre 2007 y 2012, la deuda del grupo casi se triplicó de 4.500 millones a
12.000 millones de euros. Fuentes del sector energético creen que el problema
de Abengoa no es de negocio, sino financiero. El 24 de noviembre de 2015 la
empresa anunció que solicitaba el preconcurso de acreedores, tras el fracaso en
la búsqueda del capital necesario para seguir funcionando; en ese momento su
pasivo total alcanzaba los 27 356 millones de euros a cierre del mes de septiembre
anterior. Al día siguiente, sus acciones se desploman más del 70% en Bolsa en
su vuelta a la negociación. Según nos anunciaba Expansión Abengoa ha pedido 450
millones a la banca para evitar la quebrar antes de Abril. Este se ha
convertido en el preconcurso de acreedores más grande de España.
El problema se plantea porque Abengoa ha pecado de ser
excesivamente innovadora en sus operaciones financieras y su mala gestión a la
hora de contabilizar su nivel de deuda le ha llevado a su situación actual. También
ha resultado fundamental el cambio de paradigma en la economía para entender la
caída de esta empresa. No solo el cambio de legislación sobre energías
renovables influye, también la crisis económica es crucial para entender la
caída de la empresa. Con la crisis financiera se restringe el acceso al crédito
por parte de las entidades financieras. Y por supuesto, la bajada del precio
del petróleo. El precio del barril del petróleo cae muchísimo, lo que
desincentiva en el corto plazo la inversión en las energías renovables (de
momento). Mientras que en Junio de 2014, el barril BRENT estaba en 115,06 $ y
en Noviembre 2014 en 71,2 $, actualmente su precio se sitúa en los 40 $. Debido
a todo esto, ahora tiene un pasivo y un activo inmueble enormes pero no tiene
liquidez.
La idea de Abengoa es
excelente y cuenta con una gran proyección en un sector con futuro, dado que,
aunque hoy en día no proporciona beneficios, lo proporcionará a largo plazo. No
obstante, debido a la mala gestión y al enorme pasivo, una empresa innovadora
en un sector que dentro de unos años va a resultar, no solo necesario sino
fundamental, puede quebrar. Se podría dar la situación de que una empresa líder
internacional en energías renovables podría desaparecer por estos problemas de
liquidez.
Bibliografía
Un vídeo muy interesante que explica muy bien el problema de fondo de Abengoa.
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