domingo, 15 de noviembre de 2015

Comentario económico-político-institucional de los últimos 200 años de Grecia.

En este comentario me dispongo a recopilar información de diversos medios sobre Grecia y su evolución económica, gobiernos, participación en guerras, tratados internacionales, etc. en los últimos 200 años.
Antes de comenzar a hacer un comentario sobre Grecia, no podemos ignorar que ésta es la cuna de la democracia en el mundo, una de las civilizaciones más importantes del mundo. La edad de oro de Grecia originó una explosión de ideas entre los siglos VI al IV a.C. y supuso un renacer de la creatividad cultural. Aún hoy se mantienen  vivas muchas de las grandes ideas de esa época que fueron debatidas por sus grandes mentes.
- Independencia:

El 25 de marzo de 1821 se inició la Guerra de la Independencia. Los alzamientos se produjeron por toda Grecia. El 13 de enero de 1822 se proclamó la independencia de Grecia en Epidauro.
Más tarde, las diferencias regionales desembocaron en dos nuevas guerras civiles (en 1824 y 1825). La lucha continuó hasta 1829, cuando el sultán aceptó la independencia griega con la firma del Tratado de Adrianópolis (la independencia fue reconocida formalmente en el año 1830). Más tarde se dio una nueva guerra conocida como “Guerras de los Balcanes”. A principios del siglo XX se desencadenó las Guerras de los Balcanes (1912 y 1913). El resultado fue el Tratado de Bucarest (agosto de 1913), que amplió el territorio griego. Tras este periodo de guerras aun quedaría sumar la participación de Grecia en la I y II guerra mundial y su Guerra Civil, a finales de 1944.
En 1947, intervino EEUU. El comunismo fue declarado ilegal en Grecia. El panorama empezó a cambiar para el Gobierno a principios de 1949, cuando las fuerzas del Gobierno central expulsaron del Peloponeso al DSE. La lucha continuó en las montañas de Epiro hasta octubre de 1949, cuando Yugoslavia se enemistó con la Unión Soviética y dejó de ayudar al DSE. La guerra civil sumió al país en un tremendo caos político y económico. En tres años de guerra civil habían muerto más griegos que en la Segunda Guerra Mundial y 250.000 personas se habían quedado sin hogar. La desesperación motivó un éxodo masivo. Casi un millón de griegos partió en busca de una vida mejor, sobre todo hacia Australia, Canadá y EE UU.
A finales de 1944, monárquicos, republicanos y comunistas se vieron involucrados en una pugna entre partidos. El Gobierno provisional apoyado por los británicos se hallaba en una posición insostenible: la izquierda amenazaba con la revuelta, mientras que los británicos advertían a los comunistas que no ejercieran un mayor control sobre la administración en un intento de reinstaurar la monarquía.
En febrero de 1945, las negociaciones para la reconciliación entre Gobierno y comunistas fracasaron. Muchos civiles de ambos bandos se vieron afectados por duras represalias a manos de los grupos de izquierda, el ejército o por peligrosos miembros de la extrema derecha, que amenazaban a sus rivales políticos mediante la intimidación y el uso generalizado de la violencia. Los monárquicos ganaron en las elecciones de 1946 (infructuosamente boicoteadas por los comunistas), y un plebiscito (según parece 
amañado) restituyó en el trono a Jorge II en septiembre.
En octubre se formó el Ejército Democrático de Grecia (DSE), de tendencia izquierdista, para reanudar la lucha contra la monarquía. Bajo el liderazgo de Markos Vafiadis, el DSE ocupó una extensa franja de territorio en la frontera norte con Albania y Yugoslavia.
En 1947, intervino EE UU. El comunismo fue declarado ilegal y el Gobierno presentó el famoso Certificado de Fiabilidad Política (válido hasta 1962), que declaraba que el titular del documento no era simpatizante izquierdista; sin dicho certificado no se podía votar y, sin él, era casi imposible encontrar un empleo. EE UU ayudó poco a mejorar la situación del país. El DSE continuó recibiendo ayuda de algunos países del norte, como Yugoslavia, Bulgaria e indirectamente de los soviéticos a través de los estados balcánicos. A finales de 1947 grandes extensiones de la península estaban bajo su control, así como parte de las islas de Creta, Quíos y Lesbos.
El panorama empezó a cambiar para el Gobierno a principios de 1949, cuando las fuerzas del Gobierno central expulsaron del Peloponeso al DSE. La lucha continuó en las montañas de Epiro hasta octubre de 1949, cuando Yugoslavia se enemistó con la Unión Soviética y dejó de ayudar al DSE. La guerra civil sumió al país en un tremendo caos político y económico. En tres años de guerra civil habían muerto más griegos que en la Segunda Guerra Mundial y 250 000 personas se habían quedado sin hogar. La desesperación motivó un éxodo masivo. Casi un millón de griegos partió en busca de una vida mejor, sobre todo hacia Australia, Canadá y EE UU.
Actualmente, Grecia es un país europeo miembro de la UE desde 1981 que, desde el año 2008 está siendo afectada por la gran crisis mundial, que ha afectado de manera más violenta a los países periféricos de Europa, llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España).

En primer lugar, en cuanto a su evolución económica, desde sus inicios, en Grecia la agricultura ha representado un papel muy relevante en su economía. Las industrias creadas durante el periodo posterior a la I Guerra Mundial fueron en su mayoría destruidas durante la II Guerra Mundial y la posterior guerra civil. En 1970 la contribución de las manufacturas a la producción nacional anual superó por primera vez a la de la agricultura. Dos importantes fuentes de ingreso para Grecia son la construcción naval y el turismo. La extracción de petróleo de los campos del norte del mar Egeo fue una gran ayuda para la economía a principios de la década de 1980. Grecia ingresó como miembro de la Comunidad Económica Europea (hoy, Unión Europea) en 1981. Su industria produce principalmente: alimentos y productos tabacaleros, telas y tejidos; productos químicos, siderurgia; minería y refinado de petróleo, mientras que su agricultura se basa en la producción de trigo, maíz, cebada, remolachas para azúcar, olivas, tomates, vino, tabaco, patatas; carne y productos lácteos. Una cuarta parte de la población activa de Grecia trabaja en la agricultura, que constituye el 15% del producto interno bruto (PIB).
Actualmente, Grecia sufre la peor crisis económica de toda su historia; ya que en los últimos 5 años, el PIB griego ha disminuido un 25% y se han destruido 1 de cada 5 empleos, o el equivalente a casi 1 millón de empleos. En Junio de 2015, Grecia entró en el fenómeno conocido como el "corralito" para evitar la salida masiva de depósitos bancarios del país.
El déficit público revisado de Grecia fue en 2009 de 36.150 millones de euros, frente a los 22.363 millones (9,4% del PIB) del año anterior y la deuda pública de Grecia alcanzó en 2009 un total de 298.032 millones de euros, un 126,8% del PIB. La situación se agravó al descubrir que el gobierno de Atenas ocultó durante años los verdaderos datos macroeconómicos, entre ellos el verdadero valor de la deuda. La enorme deuda ha provocado importantes recortes en el sector público lo que ha provocado importantes manifestaciones y disturbios en Grecia desde el comienzo de la crisis económica de 2008-2012.

La crisis económica actual no es una excepción en la historia del país, acostumbrado a vivir acosado por los acreedores. Desde que se independizó del imperio otomano, a partir de 1830, Grecia ha vivido echando cuentas, con el lastre de la deuda. Grecia ha estado condenada a vivir en pobreza por dos motivos: porque ha participado en varias guerras y ha cambiado sus fronteras". Grecia siempre ha sido un estado pobre, condenados por su posición geoestratégica y el intervencionismo externo. La historia de Grecia está llena de intervenciones que vulneran la soberanía del estado, lo que no ha ayudado a despejar el miedo que sus ciudadanos sienten ante cualquier intervención de otros estados o de los organismos internacionales.
La primera gran crisis fue tras la citada guerra de la independencia contra el imperio otomano. Algunos países como Rusia, Francia y Reino Unido se ofrecieron para ayudar a la Grecia libre a dar esos primeros pasos en libertad y a crear administraciones públicas e infraestructuras dignas de un estado moderno. Entonces, "Moscú, Londres y París ya colocaban en el Gobierno a ministros que defendían sus intereses", denuncia Dora Makri. Estos primeros años como estado libre le costaron caros a Atenas. Los conflictos mundiales y la crisis financiera de 1929 alimentaron la deuda contraída entonces. El país acabó de pagar los últimos plazos de lo prestado en la década de los 80.
Tras la Primera Guerra Mundial sufrió las consecuencias de su intervención en el conflicto, al igual que Alemania y otros estados participantes. Hay que recordar que Atenas no ha sido la única que ha vivido endeudada. Después llegó la invasión nazi y en 1945 Reino Unido acordó un nuevo préstamo a Grecia bajo tutela. Esto da a entender que el problema heleno nunca ha sido económico, sino más bien político.
En 1946 estalló la guerra civil, que se prolongó de 1946 a 1949 y dejó de nuevo a Atenas al borde de la quiebra. Este empezó a reconstruirse a partir de 1950. El siglo XX ha sido un periodo de desastres, de pobreza y de manipulaciones por parte de los países que ahora nos dan clases de economía, que señala que una cuarta parte de la deuda actual contraída es sobre compra de armamento a Alemania y Francia.
La entrada de Grecia en la zona euro, bendecida por algunos de los estados que hoy se plantean su permanencia dentro de la moneda única, no ha sido el germen de la última crisis financiera, pero sí el detonante. En 1975, cuando la Comisión Europea desaconsejó la incorporación de Grecia en la eurozona por motivos económicos, el entonces presidente francés, Valéry Giscard D'Estaing, respondió a Bruselas que "no se le cierra las puertas de Europa a la casa de Platon".
La corrupción en los últimos 40 años le ha dado al país la estacada final. Desde que Grecia se incorporó a la moneda única han vivido de las ayudas de una Europa paternalista que a la vez ha sido cómplice de la situación.
A pesar de todo, Atenas ha logrado sortear sus baches. Cuando vienen mal dadas, los helenos miran al Olimpo y confían en sus dioses. Ahora se han encomendado al Gobierno de Tsipras.
En cuanto a sus gobiernos y sus formas de gobierno, hay que decir que a la guerra de la Independencia le sucedió un periodo de gran inestabilidad civil. Mientras que las potencias buscaban un rey para Grecia, la administración del país recayó sobre el presidente provisional Kapodistrias, quien impuso un régimen dictatorial hasta su asesinato en 1831. Estalló entonces un periodo de anarquía al que puso fin la designación de Otón de Baviera como monarca. Este aceptó en 1832 el trono que le ofrecían las potencias europeas y fue coronado al año siguiente como Otón I de Grecia, pero su gestión no fue del agrado de los helenos y fue depuesto por una Asamblea Nacional apoyada por las potencias europeas en el año 1862.
El príncipe Alfredo, segundo hijo de la reina Victoria I de Inglaterra y duque de Sajonia-Coburgo-Gotha, fue elegido rey por plebiscito nacional, pero el gobierno británico rechazó la oferta del pueblo heleno y designó al príncipe Jorge de Dinamarca, segundo hijo del rey Cristián IX como nuevo rey de los helenos. Los griegos aceptaron al candidato, y el príncipe fue coronado con el nombre de Jorge I de Grecia, en 1863, manteniendo su dinastía hasta la abolición de la monarquía en el año 1973.
Los reyes de Grecia son, cronológicamente: Otón I (1832-1862), Jorge I (1863-1913), Constantino I (1913-1917) (1920-1922), Alejandro I (1917-1920), Jorge II (1922-1923) (1935-1941) (1946-1947), Pablo I (1947-1964) y Constantino II (1964-1973).
Desde 1973 la crisis económica también asola Grecia. Los estudiantes universitarios se movilizan. El descontento en Grecia es grande y el malestar se extiende incluso en el ejército. En mayo de 1973 es delata una rebelión de la Marina. Los coroneles acusas a Karamanlís y al rey y abrogan formalmente también la monarquía, proclaman la república y eligen presidente a Papadópulos en un plebiscito fraudulento del 29 de julio de 1973.
Los estudiantes de la Escuela Politécnica de Atenas se rebelan, se encierran en el edificio e izan banderas y carteles exigiendo la vuelta a la libertad y a la democracia. Durante tres días permanecen sitiados en su institución, auxiliados por ciudadanos, hasta que en la medianoche del 17 de noviembre los tanques derribaron las rejas exteriores y violaron la autonomía universitaria. El  25 de noviembre Papadópulos es derribado por su antiguo amigo

D. Ioannidis. El general Fedón Ghizikis jura como presidente de la República el 21 de abril de 1974.
A principios de abril de 1974 las negociaciones entre las dos comunidades de Chipre se interrumpen. Los turcos piden un gobierno federal pese a su reducida minoría. Se organiza un golpe de estado contra Mamarios el 15 de julio de 1974 por la dictadura griega, que da pretexto a los turcos para intervenir. De esa manera los turcos ocuparon el 40% de la isla. La tragedia chipriota estremeció Grecia. Lo oficiales del ejército exigieron que Karamanlís gobernara en Grecia. El 23 de julio Karamanlís retorna a Atenas en medio del entusiasmo general, restableciendo la constitución de 1952. A su vez logró que la O.N.U. condenara la intervención de los turcos en Chipre, concedió amnistía general a todas las víctimas políticas de la dictadura, legalizó el Partido Comunista y convocó elecciones para el 17 de noviembre de 1974. Ganará dichas elecciones por un 54,7%. Unos días más tarde, el 8 de diciembre, el pueblo griego se declaró a favor de la república en un plebiscito. Su presidente será Constantino Tsatsos, nombrado el 19 de junio de 1975.

En noviembre de 1977 Karamanlís y su partido Nueva Democracia vuelven a vencer. Sus contactos con países del bloque socialista le valieron todo tipo de críticas. La mejoría del nivel de vida en Grecia le permitió presentar su candidatura a la presidencia de la República, cargo que obtuvo el 5 de mayo de 1980. Le sucedió al frente del gobierno G. Ralis.
Desde el 1 de enero de 1981 se instituyó la semana de 5 días hábiles en los servicios públicos y se adoptó el sistema de reajuste de los sueldos de los trabajadores. Las universidades se transformaron en lugares de captación de votos y de intensa actividad política. El descontento permitirá a Andreas Papandreu al frente del Partido Socialista (PASOK) vencer en las siguientes elecciones y formar gobierno el 21 de octubre de 1981. Entre los logros del gobierno socialista mencionar: el reconocimiento del matrimonio civil; la constitución del Consejo Central de Salud; las libertades sindicales; la repatriación de los refugiados políticos y la aprobación del proyecto de ley para la aplicación del sistema monotónico en la ortografía.
En cuanto a los Tratados Internacionales firmados por Grecia, los más destacables son: el Tratado de Bucarest (1913), Convención de Montreux, Tratado de Lausana, Liga Balcánica, Tratado de Londres (1913), Pacto antibélico Saavedra Lamas, Tratado de París (1947) y el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente
Bibliografía:

Terrorismo, guerra e intereses.

El viernes 13 de noviembre, a partir de las 21 horas, la capital francesa sufrió unos terribles atentados que dejaron una cifra de afectados que, sin haberse cerrado aún, supera los 130 muertos y 360 heridos (99 críticas). En total se cuentan 6 ataques terroristas, todos sucedidos alrededor del estadio Saint-Denis. La mayor parte de las muertes, unas 89, se produjeron Bataclan, una sala de conciertos donde cuatro terroristas detonaron varias granadas a cara descubierta y con subfusiles tipo kalashnikov. Al menos 8 de los terroristas se inmolaron tras los atentados. Esta barbarie se ha convertido ya en la segunda mayor masacre en Europa, solo superada por el 11-M en Madrid.

Francia está en guerra contra el ISIS y "será implacable". Éste trágico anuncio –o advertencia del presidente francés se pudo escuchar cuando habló a todos los franceses por la cadena de televisión nacional. Manuel Valls, primer ministro, confirmó por la tarde, con una frase dramática: "Sí, estamos en guerra". Anunció que expulsarán a todos los radicales y que le quitarán la nacionalidad a los que le rompen el alma a Francia, aunque sean franceses.

"Francia no tendrá piedad, será implacable" 
sobre todos los terrenos, "tanto interiores como exteriores", advirtió Hollande. El presidente proclamó "duelo nacional por tres días" y dijo que "todas las medidas para proteger a nuestros ciudadanos y nuestro territorio han sido tomadas". En su breve discurso en el Palacio del Eliseo, Hollande calificó los atentados en París como "un acto de guerra" y designó por primera vez como responsable al "ejército terrorista" del Estado Islámico (ISIS). Pidió a Francia "la unidad, el reagrupamiento y la sangre fría" mientras declaró en el país "el estado de emergencia’’. "Eso que nosotros defendemos es nuestra patria, pero es más que eso. Son los valores de la humanidad y Francia debe tomar sus responsabilidades. Yo llamo a esta unidad indispensable", declaró, en su breve discurso en la cadena nacional. "Este es un acto de barbarie absoluta", aseguró Hollande. Por su parte, Valls comentó: ‘’Sí. Nosotros estamos en guerra’’. ‘’Nosotros responderemos golpe a golpe. Nosotros siempre dijimos que no había riesgo cero. Debemos aniquilar a nuestro enemigo. (…)Nosotros atacaremos este enemigo para destruirlo en Francia y en Europa, en Siria y en Irak. Nosotros ganaremos esta guerra’’.

Todas estas declaraciones recopiladas de distintos medios, hacen pensar que París está de pie ante esta guerra. Y más cuando hoy, Domingo 15 de Noviembre, Francia ha lanzado los primeros ataques aéreos contra ISIS en Siria. Según la presidencia se trató de "santuarios en los que son entrenados los que atacan a Francia".

El mundo está dividido en numerosas y distintas opiniones respecto a lo sucedido ayer. No obstante, antes de hacer mi comentario personal, voy a dar un dato. Según estudios, el ISIS cuenta actualmente con entre 10.000 y 12.000 combatientes. Siria tiene una población de 22,85 millones (actualmente menos y en línea decreciente por los muertos y los que huyen), Irak cuenta con 33,42 millones, Libia con 6,202 millones, Irán con 77,45 millones, Pakistán con 182,1 millones y Afganistán con 30,55 millones de personas. Los países nombrados anteriormente son los países en los que operan actualmente los miembros del ISIS, divididos en esos territorios.
Tras los ataques terroristas de ayer, Francia cerró sus fronteras por primera vez desde la II Guerra Mundial. Pongámonos en la siguiente situación. Vivimos en un barrio marginal, donde a diario suceden barbaries, tiroteos, donde la vida apenas tiene valor y donde la sangre fría ciega a personas que llegan a matar hasta a inocentes niños pequeños. Ese es nuestro pan de cada día. Llega un momento en el que, por miedo a morir tanto nosotros como nuestros hijos, padres, hermanos, etc., decidimos huir al barrio de al lado, un barrio rico. Cuando conseguimos llegar, nos reciben como ganado, como si fuéramos ratas recién salidas de una alcantarilla. Para colmo, los tres vándalos del barrio marginal que provocan que el resto del barrio –la gran mayoría- tengan que huir, atacan al barrio rico (después de que personas del barrio ‘’bueno’’ les ataquen antes). Entonces ese barrio rico, por miedo, decide no dejar entrar a más personas de ningún otro barrio marginal. Nos estarían condenando a morir en un barrio del que no tenemos culpa de pertenecer. Y la prohibición de entrar en los barrios ricos lo proponen los menos radicales. Los más radicales gritan a los cuatro vientos que lo que hay que hacer es atacar ya a los barrios en los que pueda haber vándalos y gamberros.
Saliendo ya del símil, dejo una pregunta en el aire: ¿vamos a seguir atacando un país de 22 millones de personas para acabar con los 10.000 que pertenecen a un grupo terrorista? Y hablo de Siria y digo 10.000, pero en realidad al estar divididos en diversos países el número es menor. Es una injusticia.

Es normal leer estos días: ‘’El ISIS ha declarado la guerra a Europa Occidental, ataquémosles’’. La cuestión es, ¿dónde? En mi opinión, sería una tremenda injusticia atacar un país como Siria, porque 10.000 personas de sus 22 millones han cometido un ataque terrorista. Pongámonos en situación de que somos uno de los millones de sirios que no pertenecen al ISIS, y que tienen que escuchar que, aunque algunos de ellos mueran, merecerá la pena si así consiguen exterminar a los terroristas.

Con todo esto, obviamente, no estoy justificando lo ayer sucedido en Francia. Condeno a los terroristas, al igual que a todo el que es capaz de matar a una persona, sea del color y de la religión que sea. La violencia jamás está justificada. No obstante, tampoco veo bien que haya niveles de personas. Con los sirios que tienen que pasar por calamidades, con los que cometen atrocidades día a día los mismos miembros del ISIS, con ellos nos tapamos los ojos. Los vemos tan lejos, que pareciera que las imágenes que salen en la TV estuvieran sacadas de una película. Desgraciadamente, no es así. En esas imágenes, las personas que salen masacradas son personas que sienten y padecen, muchas que han perdido a sus hijos y familiares, que pasan sed y hambre, que viven con miedo con enfermedades y sin una cama en la que acostarse cuando anochece. Una especie de homenaje que demuestra muy bien de lo que hablo, de los niveles de personas, es que la red social Facebook les ha dado la posibilidad a todas las personas de ponerse su foto de perfil con un fondo de la bandera de Francia. Hace unos días hubo un atentado en Beirut que mató a decenas de personas. ¿No merecen homenaje esas personas? Lo de ayer de Francia, fue una desgracia que hay que condenar. No se puede permitir que suceda esto en ningún lugar del mundo. Pero las personas nacidas en Francia no valen más que las personas nacidas en Siria o en Beirut. Todas las vidas tienen el mismo valor, al menos si nos basamos en el lugar en el que, involuntariamente, hemos nacido. La violencia no se soluciona con más violencia; la injusticia no se soluciona con más injusticia.
Con esto no digo que no haya que homenajear a las víctimas parisinas. Está claro que hay que hacerlo, y apoyar más que nunca a las familias y demostrarles que todos estamos en contra de la violencia. Pero, en mi opinión, esto hay que demostrárselo no solo a los parisinos, sino también a los sirios, beirutíes, etc.
Por otro lado, parece que tras el atentado del World Trade Center se produjo un giro en la política exterior de los EEUU en Medio Oriente, cambiando su práctica tradicional de ganarse a las dictaduras como aliadas, o de convivir con ellas, por el nuevo objetivo de los “cambios de régimen” en la región. Este objetivo coincide en el tiempo con el inicio de la llamada “primavera árabe”, que ha inaugurado nuevos retos de futuro en Oriente Próximo. Ante estos cambios, los países que tiene intereses en la zona, como EEUU, Europa, Rusia, etc., se han visto forzados a tomar parte, de una manera u otra, ante la nueva situación geopolítica que esta situación está generando. Está claro que a los gobiernos dictatoriales y sobre todo a los grupos terroristas islámicos no les interesa que la población se desarrolle. Si a una persona culta mañana le dicen que se inmole para acabar con otros, probablemente se niegue pese a creer en Alá, ya que la coherencia y la cordura se adquiere con cultura. No obstante, en mi opinión, los intereses de los países desarrollados deberían estar destinados a democratizar los países de Oriente Medio, promover su desarrollo, no militar sino cultural y, sobre todo, promover la igualdad y la libertad. Cuando las cosas van bien, van bien para todos.


En definitiva, que los intereses de EEUU, Rusia, China, el petróleo, la dominación geopolítica, etc., tiene que acabar ya. No podemos seguir tratando a personas como ratas por intereses, ya que detrás de todo ello hay vidas, vidas humanas que se consumen al tiempo que el mundo se vuelve más injusto. Démosle significado a la palabra empatía, demostremos que no es solo un conjunto de letras sino una palabra preciosa, una palabra que puede cambiar el mundo. 

lunes, 2 de noviembre de 2015

¿Cómo podría afectar una posible independencia catalana a su economía?






Actualmente Cataluña pertenece a España, y por tanto a la UE. A lo largo de los últimos años, la UE comenzó a expandirse por el continente europeo, fundamentalmente entre los países de la Europa occidental: Reino Unido, Irlanda y Dinamarca en 1973; Grecia en 1981; España y Portugal en 1986; Alemania oriental en 1990…


La Unión Europea, y antes las Comunidades, promueven la integración continental por medio de políticas comunes que abarcan distintos ámbitos de actuación, en su origen esencialmente económicos y progresivamente extendidos a ámbitos indudablemente políticos. Este hecho le proporciona enormes ventajas y beneficios, los cuales estarían en riesgo de desaparecer ante una eventual independencia de Cataluña.  Estos beneficios tienen impacto en el comercio internacional, mediante el uso de una moneda única y políticas económicas coordinadas entre estados que fomentan la especialización. Estas acciones reducen los costes administrativos y burocráticos, eliminándose las aduanas, consiguiendo un enorme ahorro al no tener que pagar aranceles, y otros impuestos.

Un factor más a tener en cuenta es que la moneda única elimina los riesgos de tipo de cambio: la unión monetaria favorece que las empresas se radiquen en cualquier país de la zona euro sin temor a perder beneficios por el efecto de las devaluaciones.
Ventajas que Cataluña perdería al irse del € serían numerosas. En primer lugar, la ampliación de mercados y mayor facilidad de acceso a ellos (más del 60% de las exportaciones de Cataluña –como veremos más adelante- se realizan entre España y la eurozona). Al conseguir la independencia, también se vería incrementado el coste del acceso a fuentes de financiación. Por otra parte, volvería a tener una gran incertidumbre ligada a la variabilidad de los tipos de cambio, pues éstos desaparecen entre los países de la eurozona. Tendría una menor competencia que las empresas de la eurozona. Contaría con un mercado financiero débil que dificultaría el crecimiento económico y aumentaría, posiblemente, la inflación. Por último, Cataluña debería tener su moneda propia y perdería el euro como divisa internacional (fuerte competencia al dólar y al yen), contando con una moneda poco competitiva en el comercio internacional.

Si Cataluña se independizase, todas esas enormes ventajas que tiene pertenecer a la Unión Europea desaparecerían. Como decía el otro día la Ser: ‘’Cataluña dejará de ser miembro de la UE a partir del momento de su escisión. La Comisión Europea reitera que "un territorio escindido se convierte en un país tercero" y debe "volver a pedir la adhesión".

Cataluña tendría que pagar aranceles en todas sus exportaciones, por lo que aumentarían mucho los costes de las importaciones y se verían afectadas en las exportaciones.  
Teniendo en cuenta que las ventas de las empresas catalanas al resto de España suponen 61.134 millones de euros, lo que representa el 30% del PIB de Cataluña, según un informe de Convivencia Cívica Catalana publicado este jueves en el que se analiza el comercio de Cataluña y, teniendo en cuenta que las ventas al extranjero ascienden a 60.526 millones y de que ellos tan solo 1.583 millones van fuera de la eurozona (EEUU), la independencia de Cataluña sería un suicidio económico para un país de 7 millones y medio de habitantes. 

Por otra parte, a Cataluña le costaría muchísimo más acceder al crédito. En primer lugar hemos de saber que la deuda catalana está financiada por España y por europa. ¿Qué pasaría con un país de 7 millones y medio de habitantes sin el aval de España ni europa? Que la deuda sería mucho más cara. Esto se explica porque le cuesta mucho más dinero financiar aspectos básicos como la sanidad o la educación, gastos que ahora mismo son deficitarios. Acceder al crédito le costaría mucho más caro al ser Cataluña un país de gran incertidumbre al no estar avalada por España ni Europa. Por eso, el acceso al crédito sería mucho más caro y esto lo acabaría pagando el pueblo catalán.

Además, el gobierno ha legislado para facilitar la salida de empresas en la hipotética independencia de Cataluña ante el plan secesionista de Artur Mas. Muchas empresas se irían de Cataluña ante la situación de desequilibrio e incertidumbre, la cual es enemiga de los mercados y negocios.
Como dijo Carlos Rivadulla Oliva ‘’No es posible en la actualidad separar el conjunto de la economía catalana de la española ni es aconsejable, si lo que nos preocupa es el bien de las empresas, de los trabajadores y de la sociedad catalana en su conjunto. Otra cosa son los intereses políticos. Sumar siempre multiplica, restar divide. Se perderían economías de escala y se duplicarían gastos tanto a niveles de las administraciones públicas como de muchas empresas que por ejemplo, deberían tener dos filiales diferentes, cumplir con dos sistemas jurídicos diferentes, pagar a dos abogados, asesores, etc. diferentes’’

Hemos de saber que actualmente estamos compitiendo en un mercado global contra macroeconomías como la norteamericana (EEUU), asiática (Japón) y las emergentes como China, Brasil, India, etc. En este mercado global lo principal es lograr economías de escala y estar aliados.
El interés de la independencia catalana es plenamente político, ya que económicamente no tiene sentido hoy en día un país de 7 millones y medio de habitantes con una moneda propia, legislación diferente, distinto marco económico, etc.

Fuentes:

http://www.elconfidencial.com/economia/2015-07-21/el-gobierno-facilita-la-salida-de-las-empresas-de-cataluna-ante-la-deriva-secesionista-de-artur-mas_935942/

Joaquín Segovia Quintano 1º ADE+DERECHO