lunes, 2 de noviembre de 2015

¿Cómo podría afectar una posible independencia catalana a su economía?






Actualmente Cataluña pertenece a España, y por tanto a la UE. A lo largo de los últimos años, la UE comenzó a expandirse por el continente europeo, fundamentalmente entre los países de la Europa occidental: Reino Unido, Irlanda y Dinamarca en 1973; Grecia en 1981; España y Portugal en 1986; Alemania oriental en 1990…


La Unión Europea, y antes las Comunidades, promueven la integración continental por medio de políticas comunes que abarcan distintos ámbitos de actuación, en su origen esencialmente económicos y progresivamente extendidos a ámbitos indudablemente políticos. Este hecho le proporciona enormes ventajas y beneficios, los cuales estarían en riesgo de desaparecer ante una eventual independencia de Cataluña.  Estos beneficios tienen impacto en el comercio internacional, mediante el uso de una moneda única y políticas económicas coordinadas entre estados que fomentan la especialización. Estas acciones reducen los costes administrativos y burocráticos, eliminándose las aduanas, consiguiendo un enorme ahorro al no tener que pagar aranceles, y otros impuestos.

Un factor más a tener en cuenta es que la moneda única elimina los riesgos de tipo de cambio: la unión monetaria favorece que las empresas se radiquen en cualquier país de la zona euro sin temor a perder beneficios por el efecto de las devaluaciones.
Ventajas que Cataluña perdería al irse del € serían numerosas. En primer lugar, la ampliación de mercados y mayor facilidad de acceso a ellos (más del 60% de las exportaciones de Cataluña –como veremos más adelante- se realizan entre España y la eurozona). Al conseguir la independencia, también se vería incrementado el coste del acceso a fuentes de financiación. Por otra parte, volvería a tener una gran incertidumbre ligada a la variabilidad de los tipos de cambio, pues éstos desaparecen entre los países de la eurozona. Tendría una menor competencia que las empresas de la eurozona. Contaría con un mercado financiero débil que dificultaría el crecimiento económico y aumentaría, posiblemente, la inflación. Por último, Cataluña debería tener su moneda propia y perdería el euro como divisa internacional (fuerte competencia al dólar y al yen), contando con una moneda poco competitiva en el comercio internacional.

Si Cataluña se independizase, todas esas enormes ventajas que tiene pertenecer a la Unión Europea desaparecerían. Como decía el otro día la Ser: ‘’Cataluña dejará de ser miembro de la UE a partir del momento de su escisión. La Comisión Europea reitera que "un territorio escindido se convierte en un país tercero" y debe "volver a pedir la adhesión".

Cataluña tendría que pagar aranceles en todas sus exportaciones, por lo que aumentarían mucho los costes de las importaciones y se verían afectadas en las exportaciones.  
Teniendo en cuenta que las ventas de las empresas catalanas al resto de España suponen 61.134 millones de euros, lo que representa el 30% del PIB de Cataluña, según un informe de Convivencia Cívica Catalana publicado este jueves en el que se analiza el comercio de Cataluña y, teniendo en cuenta que las ventas al extranjero ascienden a 60.526 millones y de que ellos tan solo 1.583 millones van fuera de la eurozona (EEUU), la independencia de Cataluña sería un suicidio económico para un país de 7 millones y medio de habitantes. 

Por otra parte, a Cataluña le costaría muchísimo más acceder al crédito. En primer lugar hemos de saber que la deuda catalana está financiada por España y por europa. ¿Qué pasaría con un país de 7 millones y medio de habitantes sin el aval de España ni europa? Que la deuda sería mucho más cara. Esto se explica porque le cuesta mucho más dinero financiar aspectos básicos como la sanidad o la educación, gastos que ahora mismo son deficitarios. Acceder al crédito le costaría mucho más caro al ser Cataluña un país de gran incertidumbre al no estar avalada por España ni Europa. Por eso, el acceso al crédito sería mucho más caro y esto lo acabaría pagando el pueblo catalán.

Además, el gobierno ha legislado para facilitar la salida de empresas en la hipotética independencia de Cataluña ante el plan secesionista de Artur Mas. Muchas empresas se irían de Cataluña ante la situación de desequilibrio e incertidumbre, la cual es enemiga de los mercados y negocios.
Como dijo Carlos Rivadulla Oliva ‘’No es posible en la actualidad separar el conjunto de la economía catalana de la española ni es aconsejable, si lo que nos preocupa es el bien de las empresas, de los trabajadores y de la sociedad catalana en su conjunto. Otra cosa son los intereses políticos. Sumar siempre multiplica, restar divide. Se perderían economías de escala y se duplicarían gastos tanto a niveles de las administraciones públicas como de muchas empresas que por ejemplo, deberían tener dos filiales diferentes, cumplir con dos sistemas jurídicos diferentes, pagar a dos abogados, asesores, etc. diferentes’’

Hemos de saber que actualmente estamos compitiendo en un mercado global contra macroeconomías como la norteamericana (EEUU), asiática (Japón) y las emergentes como China, Brasil, India, etc. En este mercado global lo principal es lograr economías de escala y estar aliados.
El interés de la independencia catalana es plenamente político, ya que económicamente no tiene sentido hoy en día un país de 7 millones y medio de habitantes con una moneda propia, legislación diferente, distinto marco económico, etc.

Fuentes:

http://www.elconfidencial.com/economia/2015-07-21/el-gobierno-facilita-la-salida-de-las-empresas-de-cataluna-ante-la-deriva-secesionista-de-artur-mas_935942/

Joaquín Segovia Quintano 1º ADE+DERECHO 

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